Los Biopolímeros son enemigos de la salud que destruyen el bienestar físico y emocional de quienes se someten a ellos, vienen disfrazados de tratamientos estéticos confiables, rápidos y económicos. Son el látigo a la desinformación y al interés de invertir poco cuando se trata de salud.
Son sustancias inyectables como parafina, silicona líquida, cemento óseo aceite industrial o de cualquier tipo que no son aptas para el cuerpo humano.
Al ser sustancias completamente extrañas, el organismo las detecta y desencadena una reacción defensiva, puede darse una degeneración o daño irreversible en el lugar en donde fueron aplicados o en otros lugares próximos y distantes.
Famosas como Jessica Cediel, Alejandra Guzmán, Lady Noriega, Maria Mónica Urbina y Natalia París han sido víctimas del uso de Biopolímeros. Estas sustancias se presentan bajo el nombre de ácido hialurónico y se aplican en labios, senos, arrugas y glúteos con el objetivo de aumentar su tamaño.
Una vez aplicados pueden generar síntomas como alteraciones en el estado de ánimo, depresión, irritabilidad frecuente, pérdida de memoria, síndrome de colon irritable, dolores musculares, sensación quemante en la zona afectada, dificultad respiratoria y reacciones alérgicas.
Aunque es difícil eliminarles por completo, estas sustancias deben retirarse del cuerpo mediante cirugía plástica de reconstrucción o el ultrasonido si se trata de casos leves. Su presencia en el organismo puede causar daño a los tejidos de manera irreversible y eventualmente la muerte.
Aunque su uso es ilegal los casos de inyección de Biopolímeros son comunes, por eso es importante estar alertas a todos los procedimientos de belleza que se vendan como eficaces, rápidos y a bajo costo.