Las personas desean alcanzar una alta realización personal y autoexpresión, en esa tarea, es más común ver quienes recurren a procedimientos cosméticos para refinar y mejorar su apariencia facial. En esta travesía, hay un peligro y es el uso de biopolímeros en la cara, lo que significa riesgos significativos que exigen un análisis más profundo.
El doctor Jaime Pachón, explica los riesgos y complicaciones asociados con el uso de biopolímeros en la cara, explorando minuciosamente los efectos secundarios adversos y las posibles consecuencias a largo plazo que estos materiales acarrean para la salud de quienes optan por ellos.
El objetivo es proporcionar una visión amplia y enriquecedora de los peligros potenciales inherentes de la aplicación en el rostro de estos materiales. Al mismo tiempo, que se fomente la toma de decisiones informadas en el ámbito de los procedimientos estéticos y cirugías plásticas, incluso, para que las personas piensen dos veces el uso de biopolímeros en la casa.
La priorización de la salud y la seguridad en cualquier intervención que modifique nuestra apariencia física es esencial, y comprender plenamente los peligros que existen antes de embarcarse en cualquier tratamiento cosmético.
Es tan compleja la situación, que hace apenas unos meses, se conoció que existían personas inescrupulosas que —aparentemente— en un “centro médico”, inyectaban biopolímeros a los clientes sin su conocimiento, por lo que hay personas que podrían portarlos sin conocer que se les aplicaron estos materiales.
Efectos secundarios y comunes de los biopolímeros en la cara
Entre los efectos comunes de los biopolímeros en la cara o en otra parte del cuerpo, que son perjudiciales para la salud a largo plazo, se destacan:
-
Inflamación y dolor
Después de la aplicación de biopolímeros, es común experimentar inflamación y dolor en el área tratada. Esta respuesta inflamatoria es parte del proceso de curación natural, pero en algunos casos es excesiva o prolongada.
La inflamación causa molestias significativas y afecta temporalmente la movilidad y la comodidad del paciente. Además, el dolor varía desde una sensación de ardor o picazón hasta una incomodidad más intensa y persistente, dependiendo de la sensibilidad individual y la cantidad de material inyectado.
-
Infección
El riesgo de infección es uno de los mayores peligros asociados al uso de biopolímeros en la cara y en general. La introducción de material extraño bajo la piel crea un entorno propicio para el crecimiento de bacterias u otros microorganismos patógenos.
Incluso siguiendo medidas de esterilización y de realizar el procedimiento en un “entorno médico adecuado”, el riesgo es alto de infección. Los síntomas de una infección son enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad al tacto, calor en el área tratada y secreción de pus. En casos graves, la infección requiere de tratamiento con antibióticos o incluso cirugía para drenar el pus y eliminar el material contaminado.
-
Alergias y reacciones adversas
Algunas personas son alérgicas a los componentes de los biopolímeros, lo que desencadena una variedad de reacciones adversas. Estas reacciones son diferentes y van desde una leve irritación cutánea hasta una respuesta alérgica grave conocida como anafilaxia, que pone en peligro la vida del paciente.
Los síntomas de una reacción alérgica de biopolímeros en la cara incluyen enrojecimiento, picazón, erupciones cutáneas, hinchazón facial, dificultad para respirar, taquicardia y presión arterial baja. Es crucial que los profesionales médicos estén preparados para reconocer y tratar rápidamente estas reacciones alérgicas si ocurren durante o después del procedimiento.
Desplazamiento y migración del material
Otro efecto secundario común asociado con los biopolímeros en la cara es el desplazamiento o la migración del material desde el lugar de la inyección. Esto ocurre debido a la gravedad, manipulación excesiva del área tratada o la presión ejercida durante actividades cotidianas como dormir o masajear la piel.
El desplazamiento del material provoca una apariencia desigual o abultada, así como asimetría facial. En casos graves, requiere de procedimientos adicionales para corregir el problema, como el retiro de los materiales de forma urgente.
Complicaciones a largo plazo
Además de los efectos secundarios inmediatos, el uso de biopolímeros en la cara causa complicaciones a largo plazo que son difíciles de corregir e impactan negativamente la calidad de vida del paciente. Algunas de estas complicaciones abarcan:
Fibrosis
Una complicación a largo plazo preocupante es la fibrosis, que se refiere al endurecimiento y la formación de tejido cicatricial excesivo en el área donde se han inyectado los biopolímeros.
Este padecimiento se desarrolla con el tiempo como respuesta del cuerpo al material extraño presente bajo la piel. La fibrosis genera una pérdida de elasticidad en la piel y una apariencia rígida y poco natural. Asimismo, dificulta la movilidad facial normal y afectar la capacidad de expresar emociones de manera natural.
La corrección de la fibrosis necesita de procedimientos quirúrgicos adicionales para eliminar el exceso de tejido cicatricial y restaurar la suavidad y la flexibilidad de la piel.
Necrosis de tejidos
En casos más graves, el uso biopolímeros en la cara llegaría a provocar la muerte del tejido circundante, un fenómeno conocido como necrosis tisular. Esto ocurre debido a la obstrucción de los vasos sanguíneos causada por la presión ejercida por el material inyectado o debido a una reacción inflamatoria excesiva.
La necrosis tisular resulta en la formación de úlceras cutáneas, ampollas o incluso la pérdida permanente de tejido, dejando cicatrices o deformidades visibles en el rostro. El tratamiento de la necrosis tisular es complejo y es necesario una cirugía reconstructiva para eliminar el tejido necrótico y restaurar la integridad de la piel.
Daño permanente a los nervios
El uso de biopolímeros en la cara también causa daño permanente a los nervios faciales, lo que deja una pérdida de sensibilidad o en la aparición de sensaciones anormales como hormigueo, entumecimiento o dolor crónico en el área tratada.
Este daño nervioso perjudica la función motora y sensorial de los músculos faciales, lo que resulta en una reducción de la capacidad para expresar emociones de manera natural y una apariencia facial asimétrica o poco natural. La corrección del daño nervioso requiere de intervenciones quirúrgicas especializadas y terapia de rehabilitación para restaurar la función nerviosa y mejorar la calidad de vida del paciente.
Síndrome Asia
El síndrome Asia, también conocido como síndrome de adyuvantes, es una condición médica controvertida que asocia con el uso de ciertos tipos de adyuvantes, incluidos algunos biopolímeros.
Se postula que el síndrome Asia es una respuesta autoinmune sistémica a los adyuvantes, que genera una variedad de síntomas, como fatiga crónica, dolores musculares y articulares, niebla cerebral, y otros síntomas similares a los de la fibromialgia.
La relación del síndrome Asia y los biopolímeros se habla en algunos estudios, lo que subraya la necesidad de una investigación continua sobre los efectos a largo plazo de estos materiales en el cuerpo humano. Las investigaciones del Doctor Jaime Pachón publicadas en la revista americana de cirugía Plástica son la literatura actual con mayor nivel de evidencia (nivel 2A y nivel 3 de evidencia) lo cual permitió desarrollar la clasificación, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad adyuvante humana causa por cuerpo extraño la cual se clasifica a través de la escala de pachón
El uso de biopolímeros en la cara conlleva una serie de riesgos significativos y complicaciones a largo plazo que perjudican, profundamente, la salud y el bienestar del paciente.
Es relevante que aquellos que consideren someterse a procedimientos estéticos comprendan plenamente estos riesgos y busquen la orientación de profesionales médicos calificados antes de tomar cualquier decisión. La priorización de la salud y la seguridad es fundamental cuando se trata de intervenciones en el cuerpo humano, y la conciencia de los posibles riesgos es esencial para tomar decisiones informadas y responsables.
¡Tu salud es nuestra prioridad número uno! Agenda una consulta hoy y deja que te asesoremos sobre el retiro de biopolímeros. ¡Dale a tu cuerpo el cuidado que merece!
Preguntas frecuentes sobre riesgos de los biopolímeros en la cara
¿Qué son los biopolímeros y por qué son peligrosos?
Los biopolímeros son sustancias sintéticas que se inyectan con fines estéticos para aumentar el volumen de ciertas áreas del cuerpo, como el rostro (labios, pómulos, mentón), glúteos, pantorrillas, entre otros. Si bien su uso se ha popularizado en los últimos años, no son productos aprobados por las entidades sanitarias para este fin, por lo que representan un riesgo grave para la salud.
A diferencia de materiales reabsorbibles como el ácido hialurónico, los biopolímeros son permanentes en el organismo y generan una reacción inflamatoria crónica, lo que puede ocasionar graves complicaciones como:
- Endurecimiento y deformidad de la zona afectada.
- Infecciones recurrentes.
- Necrosis de los tejidos.
- Problemas circulatorios.
- Cáncer en algunos casos.
¿Cuáles son los riesgos específicos de los biopolímeros en la cara?
Además de los riesgos generales mencionados anteriormente, los biopolímeros en la cara pueden ocasionar complicaciones específicas como:
- Granulomas faciales: Nódulos duros e inflamados que se forman debajo de la piel, generando dolor y molestia al tacto, y que pueden afectar la estética del rostro.
- Asimetría facial: Deformidad en la forma del rostro debido a la irregular distribución de los biopolímeros.
- Pérdida de sensibilidad: En zonas como los labios o el mentón, debido a la lesión de nervios.
- Cicatrices permanentes: Las incisiones realizadas para la extracción de los biopolímeros pueden dejar cicatrices visibles en el rostro.
¿Es recomendable usar biopolímeros en la cara?
No. Dada la gravedad de los riesgos que representan para la salud, se desaconseja rotundamente el uso de biopolímeros con fines estéticos en la cara.
¿Existen alternativas seguras para aumentar el volumen de la cara?
Sí. Existen alternativas más seguras y aprobadas por las entidades sanitarias para aumentar el volumen de diferentes áreas del rostro, como:
- Ácido hialurónico: Se inyecta en la zona deseada para rellenar líneas de expresión, surcos o dar volumen a labios, pómulos o mentón. Sus efectos son temporales, por lo que requiere reaplicaciones periódicas.
- Grasa autóloga: Se extrae grasa de una zona del cuerpo y se inyecta en otra para aumentar su volumen. Los resultados son más duraderos que los del ácido hialurónico.
- Implantes faciales: Se colocan prótesis de silicona o gel de hidrogel en zonas como pómulos o mentón para aumentar su tamaño de forma permanente.
Es importante consultar con un médico especialista en dermatología o cirugía plástica facial para determinar la opción más adecuada según cada caso particular.