Por seguir las tendencias de la belleza, muchas personas exponen su vida y se realizan procedimientos peligrosos con personas que no tienen los conocimientos, peor aún, dejando que les inyecten biopolímeros en el cuerpo, sustancias sintéticas que, a pesar de su creciente popularidad, generan una alarma considerable en la comunidad médica.
Estas sustancias, comúnmente utilizadas para aumentar volumen en zonas como los glúteos, caderas y rostro, prometen resultados de calidad frente a tratamientos más costosos y complejos. Sin embargo, detrás de las atractivas promesas se esconden riesgos graves que ponen en riesgo a las personas y su vida.
El doctor Jaime Pachón explicará detalles sobre esta peligrosa práctica de inyectar biopolímeros en el cuerpo, por lo que se documentaron numerosos casos de complicaciones que surgen en personas que se sometieron a estos procedimientos. A lo largo de los años, se demostró que los biopolímeros causan efectos adversos inmediatos, desencadenan problemas graves y a menudo irreversibles con el paso del tiempo.
De allí la importancia de explorar en profundidad cómo actúan los biopolímeros en el cuerpo, qué efectos producen y cuáles son los peligros asociados con su uso. La intención es proporcionar una visión clara y objetiva para que cualquier persona considerando estos procedimientos esté plenamente informada antes de tomar una decisión que impactará su salud.
Efectos de los biopolímeros en el cuerpo
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Inflamación y reacción inmunológica
Uno de los primeros signos de que algo anda mal tras la inyección de biopolímeros en el cuerpo es la inflamación. Esta respuesta es parte del mecanismo de defensa natural, que intenta combatir lo que percibe como una invasión de una sustancia extraña.
El sistema inmunológico entra en acción, liberando células y compuestos que causan enrojecimiento, inflamación y dolor en la zona tratada. En algunos casos, esta es moderada y pasajera, pero en otros persiste, se vuelve crónica y causa un dolor constante que afecta la calidad de vida del paciente.
La respuesta inmunológica no se limita a la zona donde se inyectaron los biopolímeros. En algunos casos, el sistema inmunológico desencadena una reacción sistémica, afectando múltiples órganos y sistemas en el cuerpo. Esto puede desencadenar enfermedades autoinmuneso complicaciones más severas, donde el cuerpo comienza a atacar sus propios tejidos en un esfuerzo por eliminar los biopolímeros.
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Migración del material
Los biopolímeros, al ser sustancias no biocompatibles, no se integran de manera adecuada con los tejidos del cuerpo. Esto significa que una vez inyectados, se desplazan de su lugar original. La migración del material es uno de los efectos más problemáticos, ya que los biopolímeros se dirigen hacia áreas no deseadas, creando bultos visibles, irregularidades en la piel y deformidades.
Esta migración afecta la estética e interfiere con la función de músculos, nervios y otros tejidos vitales.Por ejemplo, cuando los biopolímeros migran hacia áreas cercanas a los nervios, pueden causar dolor neuropático, entumecimiento o incluso parálisis en casos extremos. Si el material se mueve hacia zonas donde se encuentran órganos vitales, como los pulmones o el corazón, pone en peligro la vida del paciente, requiriendo intervención médica urgente.
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Necrosis y pérdida de tejido
La necrosis es uno de los efectos más devastadores del uso de biopolímeros en el cuerpo. Esta condición ocurre cuando el tejido circundante a los biopolímeros comienza a morir debido a la interrupción del flujo sanguíneo, que se genera por la inflamación, fibrosis o migración del material. La necrosis comienza como una pequeña úlcera o herida, pero si no se trata, se expande, resultando en la pérdida de tejido.
Eso, puntualmente, afecta la apariencia estética, genera infecciones graves y las áreas necrosadas se vuelven un caldo de cultivo para bacterias. En algunos casos, la infección se extiende al torrente sanguíneo, causando sepsis, una condición potencialmente mortal que requiere tratamiento médico inmediato.
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Infecciones
Las inyecciones de biopolímeros en el cuerpo introducen material sintético en el cuerpo, también llevan consigo bacterias u otros patógenos, especialmente si el procedimiento no se realiza bajo condiciones estériles.
Incluso si la inyección inicial no provoca una infección, los biopolímeros crean un ambiente favorable para el crecimiento bacteriano, ya que el cuerpo no elimina eficazmente el material extraño.Las infecciones se manifiestan como abscesos, fiebre, dolor intenso y secreción purulenta en la zona afectada. Si la infección no se trata a tiempo,puede extenderse a otros tejidos y órganos, aumentando el riesgo de complicaciones graves. En algunos casos, la única manera de tratar la infección es mediante cirugía para eliminar los biopolímeros y el tejido infectado.
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Formación de fibrosis
Como parte de la respuesta del cuerpo a la presencia de biopolímeros, el organismo forma una cápsula fibrosa alrededor del material inyectado. Esta cápsula es un intento de aislar el biopolímero para proteger al resto del cuerpo, pero con el tiempo, la fibrosis se endurece y es dolorosa.
La formación de fibrosis afecta la apariencia externa, causando bultos o irregularidades en la piel, también limita el movimiento y causa molestias permanentes.
En casos avanzados, la fibrosis requiere cirugía para eliminar el tejido endurecido, pero incluso este procedimiento es complejo y riesgoso, ya que la cápsula fibrosa está adherida a otros tejidos o estructuras importantes en el cuerpo.
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Complicaciones psicológicas
Además de los efectos físicos, el inyectar biopolímeros en el cuerpo genera un impacto psicológico en las personas afectadas. Las deformidades, dolor crónico y necesidad de múltiples cirugías afectan la autoestima, causan ansiedad, depresión y generan un alto nivel de estrés.
Para muchos pacientes, la carga emocional de lidiar con los efectos adversos de los biopolímeros es tan debilitante como los problemas físicos que enfrentan.
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Riesgos sistémicos
En algunos casos, los biopolímeros traen como resultado complicaciones que afectan todo el cuerpo. Por ejemplo, si el sistema inmunológico responde de manera excesiva, y se desarrollan condiciones autoinmunes que afectan múltiples órganos y sistemas.
Al mismo tiempo, la presencia de biopolímeros interfiere con la función renal, hepática o pulmonar, dependiendo de la cantidad y tipo de material inyectado.
Complicaciones a largo plazo
Los efectos negativos de biopolímeros en el cuerpo no se manifiestan inmediatamente, lo que lleva a una falsa sensación de seguridad en los pacientes. Sin embargo, con el tiempo, las complicaciones se agravan, resultando en problemas severos que requieren intervención médica. Algunas de estas complicaciones incluyen:
- Desfiguración: debido a la migración y a la reacción inflamatoria, los biopolímeros desarrollan deformidades en el cuerpo que son difíciles de corregir.
Tratamiento y remoción de biopolímeros
El retiro de biopolímeros en el cuerpo es un proceso complicado y a menudo peligroso. En muchos casos, la cirugía es la única opción, pero incluso esta no lleva a una eliminación completa del material, ya que los biopolímeros se integran en los tejidos circundantes.
Es elemental que las personas consideren los riesgos asociados con el uso de biopolímeros antes de someterse a cualquier procedimiento estético. Consultar con un profesional médico calificado y optar por tratamientos seguros y aprobados es la mejor manera de proteger la salud y el bienestar a largo plazo.
La inflamación, migración, necrosis, y formación de fibrosis son solo algunos de los problemas que los biopolímeros causan en el cuerpo. Cualquier decisión relacionada con procedimientos estéticos debe ser tomada con precaución y siempre bajo la supervisión de profesionales médicos capacitados, para evitar complicaciones graves y asegurar la salud y seguridad del paciente.
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